DocBuenosAires es un Festival Internacional de carácter no competitivo, que se lleva a cabo en 6 sedes: Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, Centro Cultural San Martin, Alianza Francesa de Buenos Aires – Institut français d’Argentine, Universidad del CINE, Sala Gaumont (Espacio Incaa Km0) y Museo de Arte Contemporáno de Buenos Aires.
En todos estos espacios se muestran y discuten las mejores producciones nacionales e internacionales de cine documental de creación. Esta muestra busca, a través de sus distintas secciones, introducir a los profesionales y al público general en las nuevas tendencias, las distintas formas de escritura y así como revisar la obra de realizadores ya consagrados y representativos de nuevas tendencias.
LOS HIJOS DE ICHKERIA (ITCHKÉRI KENTI / LES FILS DE L’ITCHKÉRIE) - 2006, 145’
DIRECCIÓN: Florent Marcie.
PRODUCCIÓN: Florent Marcie.
PRODUCIDA POR: No Man’s Land & Cie.
En plena Primera Guerra Chechena, Marcie se entremezcla con los combatientes de la resistencia y asimismo comparte mucho tiempo con una gran cantidad de civiles que son testigos de una invasión militar e imposición política por parte de los rusos, a quienes juzgan incluso peor que los nazis, asesinos de inocentes unas décadas atrás. El registro preciso de los espacios públicos derrumbados y los interiores domésticos, la interacción amable con los chechenos de todas las edades, el suministro de información relevante sobre el conflicto y el austero empleo de viejos archivos fílmicos transmiten la desesperación del momento y sintetizan los atributos del pueblo checheno. Asimismo, el brillante uso de fotografías fijas distancia la típica recepción frente a la crónica diaria e insta por otra sensibilidad gracias a esa modificación mínima de poética, lo que facilita empatizar con el pueblo sojuzgado militarmente y asombrarse por la vitalidad y la alegría intermitente con la que atraviesa un período político sombrío de su historia. (R. K.).
COMANDANTE KHAWANI / COMMANDANT KHAWANI - 2014, 86’
DIRECCIÓN: Florent Marcie.
PRODUCCIÓN: Florent Marcie.
MONTAJE: Florent Marcie.
PRODUCIDA POR: No Man’s Land & Cie.
Un grupo de soldados estadounidenses va entonando los clásicos cánticos de entrenamiento y vemos que cruzan la calle Disney. Lo curioso es que no nos encontramos en Orlando, Florida; sino en la base aérea de Bagrán, Afganistán. 20 años atrás en ese mismo lugar, el Comandante Khawani y sus hombres se preparan para un enfrentamiento. La primera parte de la película es el de la vida cotidiana y hasta familiar, una serie de tiempos muertos interrumpidos por ráfagas de ametralladora, explosiones de morteros y ataque aéreos, tomados con total naturalidad por los muyahidines. Todo es registrado por la cámara nerviosa de Marcie, que de tanto en tanto introduce algunas imágenes enrarecidas, la mirada de un extranjero, acaso de alguien que cree estar metido en una increíble dimensión paralela. Luego de que presenciamos la sangrienta contienda y el precario viaje en moto hacia Kabul, una travesía por las trágicas carreteras afganas, entendemos a la perfección que la única manera de terminar la película era con esa vieja canción canadiense que el director tarareaba por aquellos días. (Santiago González Cragnolino).
Difusión el miércoles 28 y el jueves 29 a las 21hs aquí.
TOMORROW TRIPOLI - 2014, 173’
DIRECCIÓN: Florent Marcie.
PRODUCCIÓN: Florent Marcie.
MONTAJE: Florent Marcie.
PRODUCIDA POR: No Man’s Land & Cie.
En febrero de 2011, combatientes de la pequeña ciudad de Zintan, al noroeste de Libia, rechazaron con armamento escaso y obsoleto el avance del ejército de Gadafi, que intentaba reprimir también allí el levantamiento generalizado ante el régimen. Avanzando desde esa región aislada hacia Trípoli, combatiendo contra todo un ejército y sus mercenarios, estos rebeldes de las montañas, las “ratas” –según Gadafi– llegaron hasta la fortaleza del dictador. Florent Marcie compartió con ellos ocho meses durante ese avance hacia Trípoli. Su trato con los combatientes, basado en la confianza mutua, le permitió acceder a situaciones límite en la confusión del combate y al desgarro de las muertes en el camino. También compartió el frágil alivio de los descansos y el furor de la victoria. Con su cámara, constante y literalmente situada entre los disparos, Marcie pone el cuerpo y sostiene una mirada en estado de riesgo y tensión extrema que, al mismo tiempo, se preocupa por una ética y política del documental. (Eduardo A. Russo).